La salud es un derecho fundamental reconocido internacionalmente y está estrechamente relacionado con los derechos de los pacientes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedades. Esto significa que la salud no se limita solo a la atención médica. Implica también abordar los factores sociales, económicos y culturales que afectan la salud de las personas.
Para lograr la verdadera salud, es necesario, por tanto, abordar los determinantes sociales de la salud, como la pobreza, la educación, el empleo y el medio ambiente. Esto significa que hay que implementar políticas y programas que aborden estas desigualdades sociales y promuevan la equidad en la salud.
A la vez que es fundamental que los servicios de atención médica estén disponibles. Que sean accesibles, asequibles, de calidad y centrados en el paciente. Y estén personalizados, para poder satisfacer las necesidades de cada paciente y prestados por personal médico altamente capacitado y comprometido. Los pacientes, además, tienen derecho a recibir información clara y completa sobre su estado de salud. A tomar decisiones informadas sobre su tratamiento. Y a ser tratados con respeto y dignidad durante todo el proceso de atención médica. Las recientes movilizaciones de médicos, del personal sanitario y la ciudadanía nos indican que queda aún mucho por mejorar y no estamos recorriendo ese camino.
Con el calentamiento global la mejora de la sanidad es de crucial importancia, pues ya produciendo un impacto en la salud de las personas (y no solo en los ecosistemas), en forma de incremento de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, propagación de enfermedades infecciosas transmitidas por mosquitos y trastornos relacionados con el calor: deshidratación o golpes de calor.
Es importante destacar, por ello, que la inversión en sanidad y en la atención médica es fundamental, pero no es suficiente para garantizar el derecho a la salud de los pacientes. Es necesario un enfoque más amplio que aborde el fortalecimiento de la atención primaria de salud; la promoción de políticas y programas para abordar los determinantes sociales de la salud como la pobreza, la educación, el empleo; la igualdad de género, y la mejora de la calidad del aire y del agua; garantizar el acceso a medicamentos y tecnologías médicas esenciales; acceso a la atención médica que necesaria; y fortalecimiento de los sistemas de protección de los derechos de los pacientes. Solo de esta manera, podremos garantizar el derecho a la salud para todas las personas y lograr una sociedad más justa y equitativa.
Francisco Soler
Co-Portavoz
Cambia Partido del Clima