La frase «necesitamos utopías para vivir» es relevante en el mundo actual. En medio de una sociedad cada vez más polarizada y desafiante, las utopías se convierten en una fuente de esperanza y motivación para seguir adelante. Permiten imaginar la sociedad que queremos y nos impulsan a buscar soluciones innovadoras y creativas para los problemas que enfrentamos.
Una sociedad más respetuosa con el medio ambiente y sostenible, como imaginamos en Cambia-Partido del Clima que podría ser, tendría en cuenta los límites del planeta y buscaría maneras de coexistir con la naturaleza. De hecho, según un informe de la ONU, se estima que la humanidad está consumiendo recursos a un ritmo un 1,7 veces más rápido de lo que la Tierra puede regenerarlos. Esto demuestra la necesidad de una sociedad más sostenible y consciente de sus impactos ambientales.
Esta sociedad también estaría enfocada en las relaciones sociales, promoviendo valores como la igualdad, la justicia y la solidaridad. En países como Islandia, que ha sido reconocido por tener uno de los mejores sistemas de igualdad de género del mundo, la brecha salarial entre hombres y mujeres es mucho menor que en otros países. Una sociedad enfocada en la igualdad y la justicia tiene un impacto positivo en la vida de las personas.
En esta sociedad, las relaciones sociales estarían basadas en la cooperación y la colaboración, en lugar de la competencia y el individualismo. Habría una mayor interdependencia entre los individuos y las comunidades, y la solidaridad sería uno de los valores centrales. En países como Dinamarca, la cultura del «hygge» enfatiza la creación de una atmósfera cálida y acogedora y el disfrute de los placeres simples de la vida. Se puede experimentar a través de cosas como pasar tiempo con seres queridos, compartir momentos con los amigos, leer un buen libro o disfrutar de buena comida. Es una forma de vida que se centra en encontrar la felicidad en el momento presente y saborear las pequeñas cosas de la vida
En ella las personas se apoyarían mutuamente en el cumplimiento de sus necesidades y metas, fomentando la empatía y el cuidado hacia los demás y hacia la naturaleza. Un estudio del Banco Mundial señala que la inclusión social y económica puede ser un factor importante en el crecimiento económico y la reducción de la pobreza.
La participación y el compromiso ciudadano serían fundamentales, y las decisiones importantes se adoptarían de manera democrática y transparente. Los espacios de deliberación y debate estarían abiertos para todas las personas, y se promovería la participación activa en la toma de decisiones en todos los ámbitos, desde la política hasta la gestión de recursos naturales. La ciudad de Porto Alegre, en Brasil, es conocida por su exitoso proceso de presupuesto participativo, donde los ciudadanos tienen un papel activo en la toma de decisiones sobre el presupuesto municipal.
Además, en esta sociedad, se promovería la igualdad de género y la inclusión social, abriendo espacios para que todas las personas puedan desarrollarse plenamente y contribuir al bienestar común. La educación y el acceso a la información serían fundamentales para que todas las personas tengan igualdad de oportunidades y estén informadas sobre temas ambientales y sociales. Por ejemplo, en algunos países como Noruega, el acceso a la educación superior es gratuito y se considera un derecho universal.
Una sociedad utópica puede parecer un sueño inalcanzable, pero la visión de una sociedad más respetuosa con el medio ambiente, sostenible, igualitaria y democrática puede inspirarnos a trabajar juntos hacia un futuro mejor. Con una visión clara y valores compartidos, podemos encontrar soluciones innovadoras y creativas para los problemas que enfrentamos y construir una sociedad más justa y sostenible para todos.
¡Únete a la utopía!
Francisco Soler
Coportavoz
Cambia-Partido del Clima