La violencia inmobiliaria, la precariedad laboral y la desigualdad económica son los ejes que definen la situación económica en España actual, y en especial de la generación millennial. Estos tres fenómenos están íntimamente relacionados y se refuerzan mutuamente, generando una espiral de inestabilidad y precariedad que afecta profundamente su calidad de vida y rompe su esperanza. La emancipación se ha en misión imposible.
La especulación inmobiliaria y la falta de regulación de los precios de alquiler son factores que contribuyen a la inestabilidad y precariedad en el ámbito de la vivienda. Cada vez son más los jóvenes que no pueden permitirse una vivienda digna y se ven abocados a vivir en situaciones precarias y a menudo no poder salir del nido paterno o materno. Esta situación está generando una auténtica emergencia habitacional en España. Con especial relevancia en grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia o Málaga.
Por otra parte, la precariedad laboral es otro de los grandes problemas que afectan a la generación millennial. La falta de empleos estables y bien remunerados, la creciente brecha entre los salarios y el coste de la vida están generando una enorme inseguridad económica entre éstos. Ni siquiera con trabajo se pueden emancipar. Ni ahora ni en los próximos siete años. La posibilidad de construir un proyecto de vida queda dificultada en extremo.
La desigualdad económica es el tercero de los factores que agravan la situación de esta generación. La creciente brecha entre ricos y pobres y la falta de políticas redistributivas efectivas, están generando una enorme inseguridad económica y social entre los jóvenes. Hoy la inflación agrava aún más esta desigualdad.
La solución a estos problemas no es sencilla. Si queremos garantizar un futuro digno para todos y para esta generación hay que hacer algo. Es necesario por ello que se implementen políticas públicas efectivas que aborden de manera integral estos tres ejes de la precariedad. La regulación del acceso a la vivienda, la creación de empleos estables y bien remunerados, y la implementación de políticas redistributivas efectivas son la clave.
Pero también es importante fomentar la participación activa de las personas jóvenes en la toma de decisiones que afectan a su futuro. Así se garantiza un futuro justo y sostenible para todos. Y avanzaremos más.
Francisco Soler
Co-Portavoz
Cambia Partido del Clima